Por Natalia Freire @ladeporteca
Lucas Eguibar ha logrado una auténtica hazaña para los deportes de invierno en nuestro país tras convertirse en el primer Campeón de la Copa del Mundo de Snowboard Cross. Este donostiarra de carácter afable y muy comprometido con el deporte que practica está dispuesto a todo para seguir contribuyendo a que el snowboard, especialmente su modalidad de Snowboard Cross, siga creciendo en España.
Después de alzar el Globo de Cristal que le acreditaba como Campeón de la Copa del Mundo de Snowboard Cross, Lucas Eguibar visitó el Consejo Superior de Deportes (CSD) para dar una rueda de prensa acompañado de su entrenador Israel Planas y del Presidente de la Real Federación de Deportes de Invierno (RFEDI) May Peus. Allí pudimos hablar con ellos.
May Peus le recordó a la representante del CSD, Rosa Ortega, (Subdirectora General de Alta Competición del CSD), que la última vez que estuvieron por allí, Miguel Cardenal, (Presidente del CSD), les pidió que volvieran con títulos y recalcó que ellos habían cumplido su parte porque en los últimos meses habían llevado un Subcampeonato del Mundo en Half Pipe, el conseguido por Queralt Castellet en los Mundiales de Kreischberg 2015, y el Globo de Cristal que acaba de conseguir Lucas Eguibar.
También reclamó la ayuda de los medios de comunicación para que el snowboard fuera más reconocido porque, aunque lo conseguido por nuestros riders se puede calificar de hazaña, estas gestas pasaron prácticamente inadvertidas en los medios de comunicación.
Lucas Eguibar se mostró muy contento porque el título haya llegado este año. Es cierto que sólo tiene 21 años recién cumplidos y que el snowboard en España está aún en pañales si lo comparamos con otros países, pero también es cierto que, viendo el nivel del equipo dirigido por Israel Planas, era cuestión de tiempo que los éxitos llegaran aunque no le resta ni un ápice de mérito.
Ser Campeón de la Copa del Mundo es un sueño cumplido pero en Sochi 2014 y en el Mundial de Kreischberg teníamos puestas muchas esperanzas en vosotros y las cosas no salieron como soñábamos. ¿Son dos espinas clavadas?
Lucas Eguibar: Prefiero no verlo así. Prefiero pensar que son dos sueños que nos quedan por cumplir. El primero ya lo tengo en las manos.
Este campeonato ha sido algo diferente al resto. Parecía que no iba a empezar nunca con las suspensiones de las pruebas de Montafon (Austria) y Squaw Valley (Califronia, USA) y, de repente, dos pruebas en un solo fin de semana. ¿Cómo habéis planificado los entrenamientos hasta el comienzo de la competición?
Israel Planas: En verano estuvimos en los Alpes, en el glaciar, y durante octubre y noviembre estuvimos en Saas Fee, en Austria, así que habíamos hecho mucho trabajo de base. Muy duro para los chicos porque fue como volver a la cuña del esquí o el peso adelante en snow pero fue fundamental para empezar a trabajar, así que llegamos a las competiciones con los deberes muy hechos. El tema era ponerlos encima de la mesa, es decir, en competición, porque hasta que no compites no puedes ver si el trabajo que has hecho es el adecuado o no. Pero yo estaba muy convencido de que el trabajo estaba bien hecho. Como no podíamos competir hemos entrenado mucho, sobre todo, con los italianos. Medirnos con ellos nos ha ayudado muchísimo. Veíamos que tenían al Campeón del Mundo (Luca Matteotti) y nuestros corredores estaban a la par en tiempos. No sólo Lucas, también Regino y Laro.
O sea, ¿que habéis estado entrenando con vuestros rivales?
Israel Planas: Así es. Nosotros íbamos a sus circuitos a entrenar y hacíamos tiempos. Ellos tenían como 10 corredores y nosotros 3 y, aún así, los nuestros siempre estaban entre los cinco primeros. En cualquier caso, el trabajo que hacemos es para buscar la excelencia técnica en sus movimientos y potenciar las virtudes de cada corredor. Y no paramos hasta que sea perfecto. Después ya vendrá el pódium, pero has de tener claro hacia dónde vas.
Y, hablando de italianos. Desde hace unos meses contáis con la ayuda del skiman Luca Trionte, que es italiano. ¿Cómo ha influido su trabajo en el equipo?
Israel Planas: Trio, que es como le gusta que le llamen, ha influido muchísimo. De él depende dar con la tecla para que nuestras tablas deslicen más que las de nuestros rivales dependiendo de las condiciones de la nieve y, aunque puede tener un mal día, como todos, su trabajo se ha notado. Además, tiene un carácter estupendo; siempre tiene una sonrisa en la cara.
Hay muy buen rollo en torno a este deporte pero luego os vais empujando en las bajadas…
Lucas Eguibar: El Snowboard Cross es un deporte de contacto y creo que esa es una de las cosas más atractivas de este deporte. Pero siempre respetamos el espacio de los demás e intentamos no jugar sucio.
Si, ya, pero tú puedes estar muy fino en una competición y puede ocurrir que otro corredor toque tu tabla y tú te quedes fuera.
Lucas Eguibar: Forma parte del juego. Lo mejor es entrenar mucho para lograr que la estabilidad sobre la tabla sea mayor y así se puedan salvar mejor estos momentos en carrera sin caer.
Vayamos a la competición. Dos pruebas en el mismo fin de semana en Veysonnaz, Suiza. En la Final del sábado, la que ganaste, todos tus contrincantes eran regulares mientras que tú eres goofy. ¿Eso os benefició?
Israel Planas: Totalmente porque las curvas que a él le iban bien en ese circuito eran en frontside. El backside aún no lo tiene tan claro como tiene el frontside que lo está mejorando a pasos agigantados. Lo que sí que está claro es el nivel técnico mostrado en todas las competiciones. Ha avanzado muchísimo en la conducción y en la colocación de los pesos.
Y en la prueba del domingo en Veysonnaz fuiste segundo. El trabajo estaba casi hecho.
Lucas Eguibar: No, no. De eso nada. Estábamos más cerca pero aún no estaba nada hecho. Eso sí, la ilusión de lograrlo sí que la teníamos.
Israel Planas: También teníamos la medalla en la mano en Sochi y fuimos a Kreischberg con la intención de subir al pódium y pasó lo que pasó. Pero la lectura de esta temporada tiene que ser que durante las competiciones hemos visto los resultados del trabajo de la pretemporada y también lo que queda por trabajar porque compitiendo también se ven los errores.
Vamos a La Molina. Poca nieve en los entrenamientos con unas condiciones concretas y el día de la competición parecía que acababa de empezar el invierno: frío, ventisca, nevada continua… Y para añadir presión, la tele, los medios anunciando que podías ser campeón y toda la familia allí presente.
Lucas Eguibar: Lo de la familia me vino bien. No hemos pasado muy buenos momentos en los últimos años así que tenerles allí cerca, pasara lo que pasara, me vino bien.
Pero, de pronto, llegas tercero en cuartos y te quedas fuera de las semis. Supongo que fue tremendo porque aunque el canadiense, Kevin Hill, que era el corredor que tenías más cerca en la clasificación, tampoco pasó a semifinales, el ruso Olyunin y el australiano Alex Pullin sí continuaron. ¿Hubo nervios? ¿Visteis peligrar el Globo de Cristal que tan claro parecía al comienzo de la prueba? Israel, ¿qué le dijiste a Lucas?
Israel Planas: Además de hablarle utilizando algunos códigos que tenemos entre nosotros, le pregunté que cuánto hubiese dado hace unos meses, no por estar luchando por ser Campeón de la Copa del Mundo, sino por ser segundo. Me dijo que hubiese dado todo. Pues esto es...
Y después, con el ruso Olyunin fuera de la Final de La Molina y Pullin llegando tercero, estallasteis de alegría. Lucas ye era Campeón y uno de los primeros en felicitarte fue el propio Pullin. ¿Qué te dijo?
Lucas Eguibar: Pullin es uno de mis ídolos. Lleva en competición toda la vida y al felicitarme tan sinceramente demostró la camaradería que tenemos todos los corredores del circuito. Me dijo que había hecho un gran trabajo esta temporada y que aún tenía mucho que hacer porque soy muy joven.
Después de este triunfo en la Copa del Mundo os hicisteis una foto con todo el equipo y estáis tan felices todos que al verla uno no se sabe muy bien quien es el que ha ganado. ¿Es esa imagen un reflejo de lo que significa para el equipo esta victoria?
Israel Planas: Sí, totalmente. Cada uno aporta cosas fundamentales para que el equipo funcione. Laro pone mucho empeño, Regino creatividad, y yo intento ser uno más, no un jefe ni una autoridad, sino alguien en quien confíen y con quien puedan progresar. Y viendo a Lucas triunfar los otros dos quieren luchar mucho más porque no es fácil el día a día. Se esfuerzan mucho.
¿Hacéis un trabajo conjunto y otro específico para cada uno?
Israel Planas: Se trabaja mucho en equipo pero luego hay que pulir cosas individualmente. Laro y Regino vienen del Freestyle y hemos tenido que limpiar vicios y dar recursos nuevos. Lucas venía del esquí. A priori es más fácil pintar un lienzo en blanco que otro en el que ya se ha dibujado pero el lienzo de Lucas tampoco es fácil porque ha pasado por situaciones personales y familiares muy complicadas y el factor emocional también influye. Le hemos cuidado mucho y creo que centrarse en el snowboard le ha venido bien.
¿Cómo es Lucas?
Israel Planas: Lucas es un portento en todos los aspectos. Como persona es increíble, su físico es espectacular; es disciplinado... Es el deportista total.
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