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La selección española sub 17 se ha colgado la plata y ha cerrado su participación en el Mundial de Costa Rica en el segundo cajón del podio. La Rojita no ha podido superar a Japón en la final y ha caído por 2-0. Las de Jorge Vilda se han quedado a las puertas del título tras un campeonato increíble en el que han conseguido el mejor resultado de un conjunto femenino en una cita mundialista.

 

Ambas selecciones se volvían a encontrar tras haberse visto las caras en el primer partido del campeonato. Entonces, las japonesas se llevaron los puntos al imponerse por idéntico resultado, 2-0. A priori, las nadeshiko partían como favoritas tras ganar todos sus partidos y solo haber recibido un gol en contra (el de Venezuela en el 1-4). Pero las nuestras llegaban con ánimos de revancha y con la ilusión de seguir haciendo historia en el fútbol femenino.

Con el partido ya en marcha el guión empezó de la peor manera posible. Y es que en la primera jugada de ataque de las niponas llegó el 1-0. Un balón largo de la defensa hacía la banda derecha del ataque, de allí a los pies de Matsubara que desde el vértice derecho del área se sacó un disparo buenísimo que entre Elena de Toro y el larguero rechazaron. El peligro, sin embargo, no se había acabado puesto que Meika Nishida fue quien se hizo con el balón muerto dentro del área pequeña y lo envió al fondo de la red. Minuto 5 de partido y 1-0, tocaba remar a contracorriente.

Las japonesas, bajo la dirección de Asako Takemoto desde el banquillo, abrieron mucho el campo e imprimieron velocidad al juego. España, con las líneas demasiado separadas, no conseguía conectar defensa, medio campo y ataque. A la Rojita le resultaba casi imposible encontrar espacios y colocar algún pase interior que generara peligro en la portería rival. Las de Jorge Vilda, ante la dificultad de llegar por tierra buscaban sorprender sin suerte con balones largos y centros infructuosos al área. Rocío Gálvez remató suavemente uno de estos en una de las ocasiones un poco más claras de las españolas.

En la segunda mitad, España seguía teniendo una mayor posesión del balón pero Japón jugaba cómodo al contraataque y generaba peligro en combinaciones rápidas. Elena de Toro se luciría en un mano a mano con Rikako Kobayashi, la 7 nipona. Una Kobayashi que a pesar de probarlo varias veces se quedaría sin ver puerta. Pero poco después, en una buena jugada en la frontal del área, un pase interior de la misma Kobayashi desde el balcón del área lo aprovecharía Fuka Kono. La jugadora nipona lo controlaría de forma impecable, y ante de Toro colocaría un tiro raso que entraría ajustado al palo derecho de la portería española. Era el minuto 78 y Japón ponía tierra de por medio con el 2-0.

España buscaría el gol con más corazón que piernas y cabeza y Japón estaría a punto del 3-0 en un disparo al palo de Mizuki Saihara en el 86. Así se consumiría el tiempo reglamentario y las esperanzas de las de Jorge Vilda de hacerse con el Campeonato del Mundo. Tras el pitido de la árbitro lágrimas y necesidad de unos minutos para ser conscientes del valor de una plata histórica. En rueda de prensa, Jorge Vilda felicitaría a las nadeshiko y se mostraría orgulloso de las suyas: “Hemos sido el único equipo capaz de plantarles cara sin miedo. Ser subcampeonas supone un orgullo y una alegría para el fútbol español. Estoy orgulloso de las mías y no encuentro palabras para describirlas, sólo puedo decir que han sido muy valientes”.

Además de la plata, la Rojita se ha llevado otro premio. Pilar Garrote, la centrocampista española que ha sido pieza clave en el equipo de Vilda, ha sido galardonada con el balón de bronce del torneo.

El bronce mundial se lo colgó Italia tras superar a Venezuela en los penaltis después del 4-4 final con el que se cerró el tiempo reglamentario.

España abandona Costa Rica con la plata colgada al cuello y después de hacer disfrutar y soñar a los aficionados. Las jugadoras de la sub 17 han hecho historia y tienen cuerda para rato.