Balonmano

FOTO: EHF

La selección española masculina de balonmano se ha metido en la final del Europeo por cuarta vez en toda su historia tras derrotar 33-29 a Croacia en el mejor partido de los Hispanos en lo que llevamos de campeonato. El triunfo da el pase a los hombres de Manolo Cadenas para el Mundial de 2017 y les deja a 60 minutos de lograr el pase directo a los Juegos Olímpicos de Río.

 

Pese a llegar a las semifinales, había muchas dudas sobre España. Los Hispanos no habían desarrollado su mejor juego en el torneo y enfrente les había tocado bailar con una Croacia que llegaba después de arrasar a Polonia en su propia casa. Sin embargo, en los momentos decisivos los hombres de Cadenas no suelen fallar y el partido de este viernes no fue una excepción.

Pese a ello, les costó arrancar a los españoles. Croacia se movió con mucha rapidez en ataque e hizo mucho daño por los laterales con Kopljar y Sliskovic. De hecho, a los cinco minutos los croatas ya ganaban de tres goles (1-4). España reaccionó y poco a poco fue entrando en el partido. Aun así Croacia mantuvo bien el pulso y siempre que España parecía dar la sensación de tener a tiro a su rival recuperaba la renta  de tres goles.

La diferencia de este partido con el de otros que han disputado los Hispanos en este Europeo es que, pese a estar por debajo en el marcador, transmitían buenas vibraciones. Es más, daba la sensación de que en cuanto España ajustara sus clavijas en defensa podría asestar un gran zarpazo a su rival.

Así fue. A los 20 minutos Croacia ganaba  9-12, pero entonces los hombres de Manolo Cadenas comenzaron a aumentar su intensidad defensiva y surgió algo que se podía denominar como la tormenta perfecta. España echó el candado a su portería y de la mano de un brillante Raúl Entrerríos en la dirección secundado muy bien por Antonio García, MVP del choque, comenzó a volar sobre la pista. Los Hispanos estuvieron perfectos al contragolpe y asestaron a su rival un parcial de 9-2 para irse al descanso cuatro arriba (18-14).

SUFRIMIENTO CON PREMIO

España siguió espoleada en el inicio de la segunda mitad y logró su máxima renta: cinco goles (19-14). Parecía que era el momento de romper el partido. Demasiado bonito como para ser verdad, ya que Croacia no es uno de esos equipos que se caractericen por tirar pronto la toalla y sacó su ven más combativa para volver a engancharse al partido.

Los croatas llegaron a estar a un gol de España, pero los Hispanos tienen demasiado oficio como para ponerse nerviosos. Valero Rivera, una vez más, se mostró infalible desde los siete metros y Víctor Tomás apareció cuando más se le necesitaba con dos goles de genio para dar tranquilidad a España (32-28).

Croacia, casi a la desesperada, lo siguió intentando, pero Gonzalo Pérez de Vargas con una doble parada, una de ellas a un penalti, a un minuto del final demostró que este viernes era el día de España, que acabó imponiéndose 33-29. En la final espera Alemania, el mismo rival al que ya se enfrentó, y ganó, en la primera jornada de este Europeo.  Volver a derrotarles supondría firmar un torneo redondo y lograr el merecido, y deseado, billete a Río.