Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro dieron el pistoletazo de salida este viernes con la celebración de una ceremonia inaugural sin muchas estridencias en la que Rafa Nadal, abanderado español, fue claro ejemplo de la ilusión y entusiasmo que transmite España para los próximos días de competición.
Al contrario que en otras ediciones, no hubo que esperar mucho para ver desfilar al equipo español. El comité organizador de los Juegos decidió que los países salieran al estadio de Maracaná, repleto hasta la bandera, por orden alfabético portugués y no inglés.
Por ello, a España le correspondió saltar al estadio en el turno de la letra E y no por la S (Spain), como había sucedido en los anteriores Juegos. La delegación española salió en el 68º lugar, cuando habían transcurrido 90 minutos, aproximadamente, de la ceremonia inaugural.
Rafa Nadal se mostró emocionado y muy sonriente llevando la bandera española en Río. El manacorí vio cumplido su sueño de abanderar a su país después de haberse quedado con la miel en los labios en Londres 2012, cuando una lesión evitó que el tenista ejerciera el rol que ha tenido en Río este viernes.
Los representantes españoles derrocharon pura simpatía durante su paso por Maracaná luciendo todos, sin excepción, una amplia sonrisa y enviando al mundo el mensaje de que España ha llegado a Río cargada de ilusión.
La delegación española en esta ceremonia de inauguración ha estado compuesta por algo más de 150 deportistas, aproximadamente. No han podido estar los 306 que representarán a España estos días en Río debido a que muchos han optado por descansar debido a lo inminente que es su debut en la competición y el desgaste físico que puede generar un acto de este estilo.
De hecho, antes de que diera inicio la ceremonia inaugural en Río, parte de la delegación española ya ha hecho su debut en los Juegos. Lo hicieron los integrantes de Tiro con Arco, que disputaron este viernes por la mañana sus clasificatorios.
VANDERLEI DE LIMA ENCIEDE EL PEBETERO
Uno de los momentos más emotivos, y esperados, de la noche fue cuando el exmaratoniano Vanderlei de Lima encendió el pebetero olímpico. Se había rumoreado que el encargado de hacerlo iba a ser el exfutbolista Pele o el extenista 'Guga' Kuerten, pero finalmente fue De Lima.
Brasil quiso así homenajear a un deportista al que en Atenas 2004 se le avalanzó un espontáneo cuando casi tenía el oro en la mano. De Lima supo recuperarse del shock físico y emocional que supuso este hecho y logró hacer una gran tramo final de la prueba en la que consiguió el bronce tras dar una lección al mundo de cómo luchar contra la adversidad.
EL ECOLOGISMO, PROTAGONISTA DE LA CEREMONIA
En lo que se refiere al show previo a que desfilaran los deportistas, destacó un acto musical muy alejado de las estridencias de otras ceremonias inaugurales. Mediante la música y el arte, Río contó la historia de Brasil y mandó al mundo el mensaje de que por el bien de todos hay que cuidar el planeta tierra. De hecho, a todos los deportistas que desfilaron se les regaló una semilla.
Uno de los momentos más llamativos del acto fue cuando la modelo Giselle Bündchen, recientemente retirada de las pasarelas, desfiló por el estadio de Maracaná. También llamó la atención que no fuera presentado al inicio de la ceremonia Michel Temer, presidente interino de Brasil.
Este último no goza de mucha popularidad en el país y, ante el temor de que unos hipotéticos abucheos a Temer pudieran afear la ceremonia, el comité organizador decidió omitir su presentación.
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