Entrevistas

Luis González Lanza @LuisGLanza

Andrés Mir Bel (Zaragoza, 1987) es uno de los habituales de la selección española absoluta en los últimos años. Desde la experiencia que ya atesora repasa para Planeta Olímpico la situación del hockey hierba en España, su brillante paso por la liga india y los objetivos de su actual equipo, el Club de Campo Villa de Madrid, en la inminente Eurohockey League.

P.O.- Para que le sitúen, ¿cómo termina un zaragozano jugando al hockey en Madrid?

Con 17 años me llamaron para entrar en la Blume, fue una prueba de tres días, les gusté, vieron que tenía futuro para ir a la selección absoluta y me ofrecieron quedarme.

P.O.- Pero de ahí hasta ser internacional y olímpico hay mucho camino, ¿no?

El primer año seguí jugando en Zaragoza, entrenaba en Madrid de lunes a jueves, con gente que había estado en los JJOO de Atenas. El viernes me iba a Zaragoza, el sábado jugaba y el domingo me venía. Lo llevaba bien porque estaba en mi casa, pero los dos años siguientes hice lo mismo pero con Terrasa. Los viernes entrenaba con mi equipo, el domingo jugaba y me volvía. Con esa edad y con la ilusión que tenía lo aguantas todo, además me empezaron a llamar para la absoluta.

P.O.- El próximo día 16 de abril juegan en la Eurohockey League, que este año se disputa en Eindhoven (Países Bajos), la primera ronda contra los franceses del St. Germain, ¿qué esperan de ésta competición?, ¿cómo llegan al encuentro?

No estamos muy finos, se nos ha lesionado gente importante o que está tocada y del año pasado a este se nos han ido siete titulares, que tres eran campeones olímpicos. El objetivo es pasar se primer partido y en el posible cruce, que serían o el Harvestehuder o el Ulesnhorst Mulhein, ambos alemanes, hacerlo lo mejor posible. La gente piensa que por ser franceses va a ser un partido fácil, pero tienen siete subcampeones del mundo sub-21. Son jóvenes pero con mucha calidad y además cuentan con internacionales absolutos por Francia.

P.O.- Desde su creación en 2007, sólo han ganado la Euroleague Hockey equipos de Holanda o Alemania, ¿no hay alternativa a esos países?.

Nosotros un año quedamos subcampeones. Quizá este año el RC Polo tenga opciones, tiene un equipazo. Otros favoritos ya son el Orange Zwart (Holanda), que es el organizador de esta edición y los alemanes, los dos de nuestro posible cruce y el Colonia, que tienen hasta siete jugadores en la selección alemana. Hay mucha distancia entre esos dos países y el resto. Allí (en Alemania) el hockey es mucho más profesional. Un partido lo pueden ir a ver 1000 personas. Aquí, el último que tuvimos en casa y que era un partido bueno, lo vinieron a ver unas 200 personas como muchísimo. Además el nivel de juego de la liga española ha empeorado muchísimo.

P.O.- Pero luego lo sorprendente es que en España, a nivel de selección, se rinde a un nivel más que aceptable, incluyendo la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.

En España hay pocas fichas, pero gente, técnicamente muy buena. Juntas eso y sacas 16 personas que son aptas para competir con esos países. No es una manera continua, ya que cuatro años los haces bien y cuatro los haces mal, es el problema de tener tan pocas fichas. Alemania tiene 300.000 fichas y en Holanda es casi el segundo deporte, donde si eres jugador de hockey eres una estrella. Uno de los mejores jugadores de Holanda está trabajando ahora con el AZ Almaark de fútbol como motivador, aquí sería impensable que yo terminara en el Atlético de Madrid o en el Rayo Vallecano.

P.O.- En diciembre de 2008 Maurits Hendriks deja de ser seleccionador nacional y se vuelve a Holanda después de ganar la citada plata de Pekín, el cuarto puesto en Atenas y el Campeonato de Europa de 2005, ¿se le echa aún de menos?

Se nota mucho su ausencia sí. Lo bueno que tenía él que es que cuando vino aquí no conocía a nadie, para lo bueno y para lo malo empezó de cero. A grandes jugadores como Pol Amat, Santi Freixa y Edi Tubau, si les tenía que echar la bronca, se la echaba. Cambió la forma de trabajar en la selección española y aunque su relación con muchos de sus jugadores no era la mejor cuando se fue, consiguió los mejores resultados. Puedes pensar, mi entrenador es un ‘cabrón’, pero me ha llevado a una final olímpica. Igual una medalla de plata no se consigue hasta dentro de 20 años.

P.O.- ¿Qué tal con Salva Indurain?

Muy bien. Con él fui campeón de Europa sub-21 y seguro que lo va a hacer muy bien, aunque creo que deberían haber contratado a alguien extranjero, como hicieron con Maurits, para empezar de cero y que desde fuera se vea lo mal que está el hockey en España.

P.O.- Hablemos de su experiencia en la liga India, no le ha ido mal, ¿no?

Cuando vuelvo siempre digo que regresaré otro año más, me queda uno de contrato, pero me gustaría seguir. Vuelves a salir la subasta y espero continuar. El año pasado fuimos subcampeones y este año campeones. Tenemos un buen equipo y los jugadores indios son muy, muy buenos.

P.O.- Situemos a la gente a la que seguro que eso de la subasta les suena raro. ¿Cómo funciona?, ¿cómo llegó a los Delhi Waveriders?.

Hay cinco franquicias y cada una tiene 600.000 dólares para fichar jugadores. Es como una subasta de cuadros. Primer jugador… Andrés Mir Bel… puja iniciar 15.000 dólares y se va pujando y tuve la suerte que los Delhi Waveriders apostaran por mí, había cerca de 200 jugadores extranjeros para seleccionar y sólo se eligieron a 50. Con ese presupuesto tú vas jugando y tienes que cerrar 25 jugadores, de los cuales 10 son extranjeros y el resto de la India. La subasta duró nueve horas y yo me enteré que me iba a Delhi por mi segundo entrenador, que me lo dijo durante un partido a 10 minutos del final.

P.O.- Convive día y noche, durante un mes y medio, con gente de varios países, culturas y tradiciones, ¿cómo se adapta uno a todos esos cambios?

Yo dormía con el alemán, con él muy bien, somos más parecidos aunque no lo parezca. Australianos y neozelandeses son diferentes. Cenan a las seis de la tarde y cuando me decían que fuera con ellos, siempre les decía que no, que yo como muy pronto a las 8:30 y si tengo mucha hambre a las 8. Su inglés además es muy cerrado, cuando se ponen a hablar rápido no hay quién les entienda. Los sudafricanos son más españoles, por decirlo de algún modo y me hablaban de manera más sencilla para que les entendiera, los australianos y neozelandeses, no.

P.O.- Mucha gente, cuando regresa de un viaje por la India, habla de lo fuerte que es la comida, la cantidad de especias que lleva… Siendo un maño de buen comer, ¿su estómago sigue intacto?

Si, si. Estamos ese mes y medio y siempre vamos a hoteles de un mínimo de cuatro estrellas, que está estipulado por contrato, entonces siempre hay comida internacional. Al final acabas harto y vas a lo típico, pasta, arroz, ensaladas y carne, nada de comida india. Cuando volví a España le dije a mi novia que nada de restaurantes italianos hasta pasados unos días.

P.O.- Andrés no es el único español que está por tierras indias. La liga pasada otros seis (Roc Oliva, Ramón Alegre, Bosco Pérez, Francisco Cortés, Marc Sallés y Eduard Arbós) disputaron la  ‘Hockey India League’. ¿Se ve con el resto de españoles?

Sólo coincidimos en los partidos o como mucho si tenemos tres días de descanso entre partido y partido y te vas a la siguiente ciudad y allí juega alguno de ellos. En ese caso pues si quedas más a comer o cenar, hablas más tranquilo. Yo era el único que no tenía otro español en el equipo.

P.O.- Muchos de los mejores jugadores del Mundo están disputando la liga india. ¿Quién pone la financiación?

En nuestro caso, el dueño del equipo, el grupo Wave, es una de las empresas más grandes de la India, tienen negocios en educación, construcción, eléctricas… Ganamos la liga, volvimos a Delhi para ir a nuestros destinos de origen y el presidente nos regaló un reloj de 1.500 dólares. Yo pensé que valía unos 300 dólares y cuando me dijeron el valor real me quedé de piedra. Ahora solo lo uso para las bodas (risas).

P.O.- Vamos que allí son casi estrellas mediáticas.

Hasta nos hemos hecho fotos untados en aceite y sólo con el pantalón del equipo. Nos decía la fotógrafa que hizo el reportaje que posáramos como modelos de Calvin Klein. Es otro mundo. Autógrafos, camisetas, ruedas de prensa. El año pasado llevábamos una pegatina en el palo y nos daban 3.000 dólares de una farmacéutica por llevarla.

P.O.- ¿Cómo compaginas las dos ligas?

En ese periodo, enero y febrero, en España se juega hockey sala, así que no hay problema. Mi club me ha dado permiso para no jugar sala durante ese tiempo, además en España cada vez se está dejando cada vez más de lado. En Alemania, que son los mejores de hockey sala, tienen tres meses de competición, con más rivalidad y equipos.

P.O.- Volviendo a la liga doméstica y las competiciones nacionales, ¿hay mucha diferencia del RC Polo con el resto?

Sólo decirte un dato. De la lista de preparación de cara al mundial, hay ocho o nueve personas del Polo. Tener todos esos jugadores pues marca la diferencia. Del Club de Campo sólo estoy yo seleccionado, de la Complutense hay dos, del Terrasa  hay cuatro personas y del Egara otras cuatro o cinco.

P.O.- En su equipo, el Club de Campo Villa de Madrid, esta temporada no están saliendo del todo bien las cosas. ¿Qué objetivos tienen hasta final de temporada?.

Lo más cercano pasar la primera ronda de la Euroleague, sumando puntos además para que un tercer equipo español pueda jugar la competición el año que viene, y luego con el cruce de los alemanes, pues igual ganas o igual no. El año pasado les ganamos… En la liga, el objetivo es meterse en los play-off. Luego son a un partido e intentar avanzar lo máximo. En el club ahora se está cambiando la política deportiva. Se está apostando por la cantera y hay ocho o nueve jugadores que vienen de ella, yo incluido, que me considero de la cantera de aquí (risas), hace unos años sólo había dos. La calidad de los jugadores de club cada vez es más alta y es más rentable, aunque haya años de transición como éste.

P.O.- Veo que lleva tatuados los aros olímpicos en su muñeca, ¿qué tal la experiencia en Londres?

Fui de suplente, por lo que en teoría no podía ni desfilar ni jugar, sólo si se lesionaba un compañero. En el desfile, Xavi Trench, que iba de reserva conmigo, y yo, nos colamos, éramos la única selección en la que los reservas no desfilaron porque ya no había más acreditaciones. En el primer partido se lesionó Santi Freixa, por lo que me incluyeron a mí en las convocatorias, así que la experiencia muy buena. Creo que jugué bastante bien los minutos que disputé y cumplí un sueño. De fuera de Cataluña sólo fuimos dos, un chico de Asturias y yo, donde apenas hay tradición de hockey.

P.O.- Y ¿cuál es el momento que recuerda con más cariño de esos días?

En la inauguración. Me escribía con mi novia y me dijo que al final de la recta del estadio estaba la cámara de TVE y que siempre enfocaban a las delegaciones, así que claro, cuando pasamos por allí salgo saltando como un loco, con la cámara de video… Fue el mejor momento. El debut como jugador fue contra Australia, a las 9:30 de la mañana, la primera bola que fui a tocar, me resbalé y además perdimos. Después de diez años viviendo fuera de casa, estos momentos son la recompensa.

P.O.- Mirando al futuro, no queda tanto para los JJ.OO. de Rio en 2016.

Espero estar en la selección y con más protagonismo y peso en el equipo. Salva está apostando por mí y estoy contento. El papel de España vendrá marcado en parte por lo que hagamos en el Mundial. Si llegamos a semifinales o entre los seis primeros, en los JJOO haremos buen papel, si no, por nuestra mentalidad, será difícil que lo hagamos bien. Si nos metemos entre los seis primeros del Mundial, estará muy bien. Ahora mismo somos los décimos del ranking internacional.

P.O.- Ya para terminar. ¿Qué le gustaría hacer cuando deje el stick?

Cuando acabe la carrera me gustaría seguir vinculado al hockey, como entrenador de un primer o segundo equipo, aunque desde la federación no lo ponen fácil. El último curso para obtener la titulación lo pusieron durante un Campeonato de Europa.

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