Opinión

Natalia Freire @ladeporteca

Los Tres De Sochi bien podría ser el título de una película cuyo argumento fuera la historia de tres jóvenes intrépidos que luchan contra viento y marea por lograr hacer realidad un sueño. En su camino se encuentran con multitud de dificultades, pero ellos consiguen mantenerse unidos para lograr un objetivo común, aunque sólo uno conquiste la gloria.

Los protagonistas de esta historia son Laro Herrero, Lucas Eguíbar y Regino Hernández.

El argumento de esta película se corresponde con la aventura vivida por el equipo español de SnowboardCross. Y digo equipo porque, aunque ésta sea una disciplina en la que se participa de forma individual, estos tres chicos tienen muy claro que el trabajo en equipo da mejores resultados y que la unión hace la fuerza. Son camaradas, compañeros, amigos, hermanos…

Las circunstancias económicas que rodean a los deportes en general, y a los deportes de invierno en particular, les obligaron a renunciar a muchos derechos que se habían ganado con los resultados obtenidos a lo largo de la temporada. Lo hicieron sabiendo que, con esos sacrificios personales, el equipo continuaría unido. Seguramente, de no haberlo hecho, hoy no estarían los tres en Sochi, velando armas para la batalla en la prueba de SnowboardCross. Posiblemente sólo estaría uno de ellos o, lo que es peor, ninguno.

En más de una ocasión han agradecido públicamente la ayuda que entre ellos se han prestado en las diferentes carreras en las que han participado hasta conseguir las plazas para Sochi. La rivalidad no existe. Sólo el equipo. Todo un ejemplo.

Laro Herrero es ese chico tranquilo, de carácter recio, fiel a su origen cántabro. Sin apenas hacer ruido, se colocó en los puestos que daban derecho a disputar unos Juegos Olímpicos y con eso obtuvo el premio a tanto esfuerzo durante los últimos años. Tras su aspecto apacible y reservado se esconde un portento de la naturaleza que es capaz de lograr lo que se proponga.

Lucas Eguíbar, Campeón del Mundo Junior en 2013, es el más joven de los tres. Su figura emergente acapara los focos de todos los medios de comunicación, pero él no se deja impresionar por tanto adulador y continúa trabajando duro. Su juventud no le impide tener una extraordinaria lucidez para afrontar todos los desafíos que se le ponen por delante. Conoce el objetivo y sabe cuál es el camino para lograrlo.

Regino Hernández fue Campeón del Mundo Junior en 2011 y también estuvo en los Juegos Olímpicos de Vancouver. Su experiencia, a pesar de tener tan sólo 22 años, aporta la calma y el temple necesarios para afrontar una carrera que, aunque sea una más, es distinta. Su papel es fundamental. En los últimos meses su snowboard ha crecido muchísimo y tras su mirada serena, azul como el mar que baña su Málaga, se esconde el arma secreta para lograr la victoria.

Pero no debemos olvidar que en este camino no han estado solos. Israel Planas es su entrenador, pero también es su consejero, su guía, su hermano mayor. Les ha acompañado y ayudado a superar las dificultades. En Sochi también estará aconsejando y apoyando a sus chicos.

Por el camino se quedó un personaje importantísimo en todas las películas: la chica. Me refiero a Ana Amor. Ella también es parte de este equipo y, aunque no ha podido disputar estos Juegos, el éxito de sus compañeros también le pertenece.

Los Tres de Sochi ya forman parte de la historia del snowboard nacional. Tres superhéroes que inspiran a todos los que amamos y apoyamos a este maravilloso deporte. Y, pase lo que pase en los Juegos, Los Tres de Sochi, ya es mi película favorita.